No existe un momento durante el entrenamiento, el partido o en cualquier otra situación o contexto en el que no se comunique.
Watzlwick, en su primer axioma, afirma que ''NO SE PUEDE' NO COMUNICAR''. Cuando hablamos, cuando nos movemos en el campo, cuando nos alejamos de los chicos, cuando elegimos que ponernos, cuando negamos con la cabeza o cuando nos movemos agitadamente en el borde del campo estamos comunicando, aunque de manera no siempre intencionada o consciente.
Si queremos que ha nuestros jugadores les lleguen siempre mensajes constructivos y si queremos que llegue al interlocutor el significado que realmente queremos mandar, esta bien que cualquier acto comunicativo sea intencionado y consciente.
Por este motivo y por la importancia que tiene este argumento he elegido iniciar desde la comunicación. Una comunicación eficaz nos pone en la condición de trabajar y relacionarnos de la mejor manera con nuestros jugadores.
La comunicación es un proceso circular
Pero que es la comunicación? La comunicación es sobretodo un proceso circular: yo envió un mensaje, a través de un canal verbal y/o no verbal, y tu respondes (las modalidades pueden ser las mas disparatadas); llegados a este punto la circularidad de la comunicación puede continuar o no dependiendo de las intenciones y de la claridad del acto comunicativo.
Ya esto bastaría para darnos cuenta que muchas veces confundimos la comunicación con la información: a menudo hablamos mucho, exprimimos muchos conceptos, usamos la pizarra, conos y tachuelas para explicar, pero nos olvidamos de verificar, a través de feedback, si nuestro mensaje ha llegado y ha sido comprendido.
También las reuniones a menudo se transforman en un mar de palabras del Mister que, por no robar mucho tiempo al entrenamiento, se deja una parte importante: el punto de vista de los verdaderos actores protagonistas, los jugadores. Con todos los malentendidos y mal humores del caso que, en la hipótesis mas sencilla, se traducen en un ejercicio mal realizado (porque no ha sido entendido o ha sido mal explicado, esta bien un poco de sana autocrítica, ya que no siempre es culpa de las distracciones de los chicos) hasta llegar al rencor, frustración o desmotivación por parte de los chicos.
Una buena comunicación inicia desde la conciencia recíproca
Cuando comunicamos la mayoría del mensaje pasa a través del no verbal y solo una mínima parte se tramite por lo que llamamos verbal. Para no verbal entendemos el lenguaje del cuerpo, el paraverbal (tono, vocalización, volumen, etc.) y la proxemica (la distancia que pasa entre yo y mi interlocutor). Si lo que decimos es siempre intencional, la componente no verbal, juega un rol clave en el proceso comunicativo, a menudo interviene de manera automática y poco o para nada consciente. Es evidente que es importante ser lo mas conscientes posible de nuestros comunicados para evitar confundir a los jugadores, trasmitir mensajes equivocados y sensaciones negativas que pueden dañar la comunicación, la relación y, aun peor, empeorarlos.
Porque el primer objetivo de todos los educadores (y los entrenadores del fútbol base lo somos) tiene que ser el de no empeorar a los jugadores! A veces el entrenador contribuye a causar emociones y sentimientos negativos en los chicos, y eso sucede por una comunicación gestionada erróneamente que genera ansia, desmotivación, aburrimiento, nula consideración sobre si mismo (baja autoestima), vergüenza con el grupo, por dar algún ejemplo...
Se puede, además de no empeorarles, les enseñamos el juego del fútbol, entonces hemos metido un gol!
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